Las condiciones sanitarias en las villas son las claves del contagio
- 100 Barrios Porteños
- 11 jun 2020
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Actualizado: 21 jun 2020
El hacinamiento, el acceso al agua potable y la salud son factores que vuelven a las villas y asentamientos zonas de alto riesgo de coronavirus.
Por Florencia Hansen
Autoría propia. Fuente: AFP
La propagación del SARS-CoV-2 preocupa a todos, pero aún más a los residentes de las villas y asentamientos de la Ciudad de Buenos Aires. Son más de 235 mil las personas que conforman los barrios populares y que se encuentran en situación precaria. Esta población vive en condiciones de hacinamiento y con dificultad de acceso a recursos básicos, como agua potable. Estos factores exponen a las personas al contagio del virus.
A pesar de las diferentes medidas tomadas por el gobierno porteño, el número de casos de COVID-19 sigue en aumento. Se dispusieron varias Postas de Prevención y Centros de Resguardo en los barrios vulnerables, así como la implementación del Operativo DetectAR. Pero no es suficiente si el mayor problema sigue presente. Ya son 5.335 los infectados de coronavirus en esta zona. Los más afectados son Barrio 31, con 1.637 confirmados, y Barrio Padre Ricciardelli (1-11-14), con 932.
Las condiciones de vivienda son un factor determinante en la propagación del coronavirus. Según estadísticas de la CABA, el 42 por ciento de los habitantes de los barrios populares viven en hacinamiento. Los miembros de una familia duermen, cocinan y pasan el día dentro de una o dos habitaciones. Si un miembro de ese hogar contrae el virus, es probable que el resto se contagie. Tomás Del Giudice, director provincial de integración barrial en Villa Itatí, explicó que, en esta situación, las familias prefieren salir que estar todos juntos en sus casas.
Un relevamiento del Observatorio Villero de la organización La Poderosa informó que residen entre 4 y 10 personas en cada hogar. “El coronavirus distingue clase social y no es lo mismo quedarse en la casa cuando esta tiene todos los servicios vitales”, expresó la entidad en su página web.
La principal medida para la prevención de COVID-19 es el lavado de manos. Pero esto no es posible sin el bien tan preciado que es el agua. Según el Censo de Hogares y Población, en el Barrio 31 bis la mitad de la población no tiene agua por cañería dentro de la vivienda y, en caso de tener, sufren cortes del suministro. En un momento donde la falta de este recurso equivale al contagio, los habitantes reclaman una necesidad básica. Ejemplo de esto es Ramona Medina. La representante barrial reclamó por un corte de agua que duró 12 días, antes de fallecer el 17 de mayo.
Ramona Medina vivía en hacinamiento con siete personas. El resto de su familia también contrajo coronavirus. Fuente: Explícito online.
Pero la situación sanitaria no es el único problema. La salud de las personas que viven en estos barrios se ve gravemente afectada por el déficit habitacional. Por ejemplo, en el barrio El Álamo, el 40 por ciento de la población tiene enfermedades cardiacas y respiratorias. Esto significa que gran parte de los habitantes son personas de riesgo ante el avance del virus. Sin embargo, deben salir de sus casas porque no tienen más alternativa. La situación económica y las condiciones de las viviendas los obligan a exponerse día a día. Exponerse para ayudar al otro.
Hay 316 comedores en los barrios populares. Autoría propia. Fuente: La Poderosa.
Ante la dificultad de aplicar las medidas preventivas, los propios vecinos toman acciones para evitar que la situación empeore. Representantes barriales se encargan de la desinfección de las viviendas y de las calles. Los comedores dan todo de sí para poder alimentar a tantos como puedan. Los Centros de Primera Infancia están a disposición para brindar el apoyo que tanto hace falta. Los pedidos de solidaridad son constantes, especialmente en las villas del conurbano, donde la asistencia del gobierno es más requerida. “En el barrio La Teja, en Merlo, hay un nivel de pobreza terrible a nivel Estado”, aseguró Del Giudice. “Es un Estado que me imagino que nunca debe de haber existido ni va a existir”, agregó.
Las villas y asentamientos representan casi el 8 por ciento de la población porteña. Este pequeño porcentaje equivale a casi la mitad de los casos totales de coronavirus en CABA. Estos lugares son los principales focos de contagio. Por eso, los vecinos no se sientan a esperar que lo peor pase, sino que se comprometen y juntos salen adelante.
Muy interesante la nota. Gran aporte audiovisual.